1, 2, 3...
Continuemos con mentiras y certezas a medias, al fin y al cabo la verdad en tus
labios es sólo impureza, he platicado muchas noches con la razón y me convencí
que ella ni siquiera tiene razón. Eso de poner la
mente en blanco es complicado, más aun cuando los rayones se hicieron con
trazos indelebles, aplicando anestesia, cigarro y licor disipo muchas
nimiedades pero me atoro en grandes problemas reales e irreales.
La mente y la imaginación son personajes juguetones a veces sólo
proyectan lo que más les conviene, se apartan del cuerpo y olvidan que el
sufrimiento hace parte de sus funciones, se alimentan de lo que les des,
duplican y hasta triplican lo que engullen. Si sólo tienes miedos e
inseguridades no serán ellas quienes te den luz, de hecho se encargarán de
asfixiarte con grandes nudos que se posan en la garganta y sólo se desatarán
cuando…
No la verdad dudo que se desaten, a veces simplemente aprendes a
convivir con ellos, con el pasar del tiempo crecen o se encojen pero no se
extinguen… ¿Por qué? Porque no hemos aprendido a “superar”, porque se nos está
olvidando perdonar-nos- porque buscamos culpables a nuestras decisiones y
señalamientos injustificados para refugiar nuestros errores.
4, 5, 6… basta de nudos y
de tonterías, uno la caga y ya… o lo remienda, o lo asume. De esta forma paso
la página, cierro un ciclo y abro el otro, si quiero. Mientras escribo lo
pienso, pero no quiero hablar de él, ni de ella o ellas, pero esos sentimientos
atascan la creatividad, te vuelven torpe, lento, asocias todo con una vivencia,
una canción, una comida, una monja (?)…
No, no, no… comencemos de nuevo… hablaba sobre nudos, pero ya no
quiero hacerlo más, contaba para algo, sé que sigue el 7, 8, 9 y… 10, pero
¿Para qué contaba? ¡Ah, sí! Segundos, minutos o años… el cuerpo se debería
desintoxicar más rápido del amor que de otra droga, igual cada cual se mata
como quiera… bebiendo, fumando, amando, engañando, riendo, llorando… Yo, yo
sigo muerta en vida, contando los segundos que pierdo y sumando los
minutos que aumentan para mi muerte, multiplicando pensamientos y dividiendo
sentimientos, creo que esa es mi fórmula para estos momentos.
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