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Frases (39)

domingo, 28 de septiembre de 2014

¿Inmoral?

Ella estaba sentada debajo de un árbol, buscando la sombra que propiciaban sus hojas, tratando de encontrar en el tronco la fortaleza para lo que se avecinaba.

Se quitó los zapatos y con los dedos empezó a juguetear con el pasto húmedo, enterraba y sacaba los dedos de la tierra, poco le importaba que sus uñas se pusieran negras. Se recostó y miró al cielo, en las nubes encontraba figuras, no, de hecho no había forma alguna pero desesperadamente inventaba personajes, animales u objetos. Su imaginación era ágil y pronto desarrolló historias sin final.

Sus pies seguían moviéndose, tomó de su bolso una botella de agua, bebió dos o tres sorbos y volvió a guardarla, se secó los labios y pensó en él… zarandeó la cabeza y su atención volvió a las nubes.

Se quedó unos minutos suspirando y de repente se sentó, volvió a hurgar su bolso pero esta vez sacó una libreta y un esfero. Decidida a confesarse inició su escrito.

Es común que escribamos sobre amores y pasiones pero se alarman cuando ven la palabra sexo y más si es una mujer la que la emplea, lo más extraño es que las que más se sorprenden y se sonrojan son las mismas mujeres, es como si ellas no pensaran en eso, científicamente no tanto como los hombres pero sí lo hacemos, y con constancia.
Me gusta hablar de eso, no veo por qué no hacerlo, ¿es acaso irreverente?, hay humedades, por agua, licor, besos, caricias… Hay humedades donde el amor está de luto y la perversión se posiciona, donde las piernas se unen y terminan en gemidos. Hay sequías en abrazos, en palabras y miradas ¿por qué no humedecerlas con algo de sexo casual?
No soy una monja ni tengo pretensiones de serlo, no soy puta ni soy virgen, simplemente acepto que me gusta el sexo y hablar de ello…

Escuchó un ruido, subió la cabeza e inevitablemente soltó una carcajada llena de timidez y algo de remordimiento por lo que había escrito. No quiso seguir haciéndolo, se sintió realmente avergonzada, arrancó la hoja de la libreta, la rompió, la metió en el bolso y huyó de allí como quien comete un crimen y abandona rápidamente el lugar de los hechos.



lunes, 15 de septiembre de 2014

Compañía

Enciende el tercer cigarrillo de la noche mientras se dispone a escuchar Moanin', ese álbum que tenía guardado para momentos especiales. El señor Art Blakey sería su acompañante, destrozando con cada tonada las lágrimas que corrían por su rostro. Los recuerdos, el presente y el futuro… todos los tiempos compensados en una canción de 10 minutos. 

jueves, 11 de septiembre de 2014

¿Por qué teme?

¿Por qué tiene que ponerle tantos pero a la libertad, al amor, a la expresión? ¿Por qué no puede simplemente abrazarla/o, mimarla/o, besarla/o? ¿Tanto le teme al amor puro que prefiere encerrarse en su zona de confort por miedo a dar un paso a la libertad?

Y es que es claro, todos le tememos a lo desconocido, por eso ponemos tabúes, pero ¿y si se arriesga? ¿Qué puede perder?, ¿una vida mal vivida y llena de desconfianza, zozobra y señalamientos? Y si mejor piensa qué puede ganar.

Piense en positivo, no frene al viento ni lo obligue a cambiar de rumbo, no estanque el agua y mucho menos retenga las ganas de vivir.


Si con ella o con él se desinhibe, no oculta ni teme, sonríe, llora, grita, canta, baila y brinca… si bebe, come, duerme y sueña en la misma almohada… si planea, concreta, juega, se ilusiona… si ella o el los hacen mejores personas ¿Por qué temen?