Las
noches son propicias, por lo menos para mí, para escribir... Hoy eres tu quien
leerá este escrito. Sobrio y sin larga extensión, pocos adjetivos y ningún
nombre. Inicia la noche con una tormenta propicia para beber un chocolate, un
vino, una cerveza o un 'guaro'. El tiempo ha pasado junto con los recuerdos,
sin embargo las cicatrices rememoran aquellos tormentos por los que pasaste,
otros que quizá superaste o peor aún esos que aún bailan en tu psiquis.
Duerme
conmigo o no, mejor aún, duerme contigo, es mejor sentir una presencia conocida
a una extraña quitándote el respiro. Puedo ser una excelente compañía si
quieres hablar basura o trasnocharte hablando en tercera persona. Como siempre
será mejor hablar en términos de “ella” que de “yo”. Los defectos fluyen con
más facilidad si hablas de otro, es raro pero cierto. Pero bueno, no tenemos
por qué hacer lo que otros hacen; aprópiate de tus errores y conviértelos en
virtudes no hablo de que legitimes tus acciones sino que trates de
transformarlas.
uyyyy me sorprendes
ResponderEliminarGracias, creo que es con mucho gusto.
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