¿No te gustan
las personas rotas? Son una oportunidad para re descubrir virtudes y solventar
defectos, quizá no te gusta tener el peso de otros en tu vida y es normal, pero
entraste a la época de eliminar todo sin siquiera tratar de repararlo.
Cruzar los
brazos y hacerse el tonto no ayuda a nada, ser egoísta es necesario pero
volverse insensible es tropezarte con tu ego y tu propia sombra. Por medio de
escombros puedes construir cosas asombrosas y no todos los mundos apuntan hacia
el techo; eso se lo dijo un durazno a una cereza, ambos están rotos pero por
medio de sus anécdotas, risas y distracciones construyen paulatinamente un
imperio de sonrisas y tangentes de la vida cotidiana.
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