Desde
que llegó la Internet al mundo contemporáneo las cosas han cambiado de manera
trascendente. Una de las principales mutaciones es que la distancia se ha
acortado. El trabajo se puede realizar desde la comodidad del hogar, estamos
hablando también de comprar, jugar, ver películas, hablar, entre muchas más
aplicaciones que tiene este sistema global.
Sin
embargo, el acceso a este medio es tan amplio que se ha convertido en un
enemigo para aquellos que buscan
información que puede atentar contra su vida o con la de otros. Es tanta
la documentación que hay en la red, que te pueden explicar desde cómo hacer
para vomitar y no engordar hasta la construcción de un arma.
Lo
realmente preocupante es que según Colombia Digital los mayores usuarios de
internet son niños y jóvenes, he ahí la
explicación de mi sorpresa una tarde en el Metro, escuché sin querer la
conversación de dos niños.
-¿Hey,
ahora cuando lleguemos a la casa vamos a jugar fútbol?
-Nada,
tengo cosas más importante pa’ hacer
-¿Qué?
-
Revisar el Facebook y jugar en el computador
El
otro niño quedó aburrido. Yo por mi parte quedé atónita, el reemplazo de las
relaciones interpersonales por la interacción con una ciberpersona se ha
convertido en algo completamente común, por ende no se disfruta la vida como
cuando se era niño: jugar en la calle, hablar con los amigos personalmente,
comerse un helado, ir a cine… Todo o por lo menos en su gran mayoría se ha
camuflado tras una pantalla sin ni siquiera tener la plena seguridad de si
con el que estamos hablando es verdaderamente la persona que dice ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario