Debajo
de un semáforo está ella, tan sonriente como siempre después de haber trabajado
durante seis horas; desde las nueve de la mañana se encuentra contabilizando el
tiempo que hay del color verde hasta el rojo para hacer su show y recoger el
dinero entre los carros que llevan conductores impacientes, sorprendidos, de
mal humor o inexpresivos…
Cambia
al rojo y ella sale con su monociclo, su peluca azul de risos se ve majestuosa,
en realidad, se ve muy bien, su cara está maquillada pero aún así su rostro se
ve peculiarmente simétrico, facciones delicadas; ojos grandes decorados con
unas pestañas postizas de color rosa, una nariz respingada (de hecho parece
operada), unos labios delgados y bien definidos por el lápiz rojo.
Sube
rápidamente al mono-ciclo, se tambalea pero lo logra; comienza su acto: pelotas
azules, naranjas y rojas se ven pasando rápidamente por sus manos, luego, un
jovencito aparece para recibir las pequeñas esferas y pone a disposición de la
chica unas cintas de colores que tienen en una de las puntas un palo para
pincho que las ayuda a mover con más facilidad.
Todo
el acto dura alrededor de un minuto y medio, camina rápidamente por entre los
automóviles para recibir el dinero que los conductores creen que ese evento
merece… ese día reúne 25 mil pesos…
Agradece
a los dioses (es politeísta) por haberle permitido trabajar un día como ese,
sin lluvia… ella confiesa que un día lluvioso el trabajo es malo.
Al
parecer a las personas les disgusta que llueva y odian aún más los semáforos
con ese clima…
No hay comentarios:
Publicar un comentario